Pulsaciones


Las pulsaciones o el ritmo cardíaco, es la frecuencia con la que le corazón late. Un pulso permanentemente alto o bajo no es una buena señal. Existen dos tipos de pulsaciones: Por un lado, tenemos el pulso retrógrado, que va en contra del flujo sanguíneo y por otro lado el pulso anterógrado, que va con el flujo sanguíneo. En medicina, el pulso venoso da información importante sobre el corazón. Mide la regularidad y ritmo de la subida de presión.

Variación en las pulsaciones

En un adulto sano, el las pulsaciones en reposo están entre 60 y 80 latidos por minuto. Conforme se va aumentando la edad también aumenta el pulso a 85 latidos por minuto y se sigue considerando normal. Las pulsaciones pueden ser medidas a través de un ECG, un monitor de presión arterial, medidores de pulso y de manera manual. Las pulsaciones varían por la posición, respiración y otros factores. Para conocer tu pulso en reposo, debes medirlo después de despertar y antes de levantarte de la cama.

Tu frecuencia cardíaca está también relacionada con tu condición física. Por ejemplo, la frecuencia cardíaca de un atleta de alto impacto se encuentra entre 32 y 45 latidos por minuto. Esto sucede porque lo atletas tienen mayor capacidad pulmonar. Las pulsaciones también varían con la edad. Si el pulso varía de manera permanente y se aleja de los rangos según tu edad deberías consultar a tu médico. Una razón puede ser frecuencia cardíaca elevada​​ o hipertensión.

Medir las pulsaciones

Medir las pulsaciones es un método importante para obtener información sobre las funciones vitales de tu cuerpo, tales como actividad cardíaca, balance de fluidos y flujo sanguíneo. El pulso puede ser medidas de manera manual o a través de monitores de medición.

  • Medir de las pulsaciones de forma manual

    Cuando medimos las pulsaciones de manera manual, lo que sentimos es una arteria, ésta nos dará la información sobre la frecuencia y la calidad del latido. Para medir las pulsaciones de manera manual es recomendable utilizar los puntos del cuerpo en los que las arterias están justo debajo de la piel, como las muñecas, la parte lateral del cuello o por debajo de la mandíbula. También puedes medirlo por la ingle, la fosa poplítea o parte de atrás del pie.

  • Medir de las pulsaciones con monitores

    Además de la medición de manera manual, las pulsaciones pueden medirse con medidores de presión arterial o medidores de pulso. Los medidores de pulso te dan información sobre el número de latidos por intervalo y da resultados más detallados. La ventaja mayor de los monitores es que usualmente son más precisos. Los medidores de pulso suelen utilizar dos o mas lámparas LED y un sensor óptico que mide cada cambio en el volumen de la sangre en las arterias.

Medir las pulsaciones puede dar información sobre cambios patológicos en las siguientes áreas:

● Corazón
● Válvula aórtica
● Aorta
● Física
● Estrés físico
● Estrés mental
● Infecciones
● Shock séptico
● Calcificación de las arterias
● Arritmias

Cuando medimos las pulsaciones, debemos contar las ondas de pulso que aumentan por minuto. Son también conocidas como frecuencia de pulso. Sencillamente debes colocar dedos en la parte del cuerpo donde quieras medirlo, por 60 segundos y contar cuantas veces sientes una onda de presión. Puedes probarlo tu mismo. 

¿Por qué son importantes las pulsaciones en reposo?

Además de medir funciones importantes del cuerpo, las pulsaciones son indicadores de la salud cardiovascular. Las personas que tienen las pulsaciones permanentemente altas o bajas son más propensas a padecer una enfermedad cardiovascular. La taquicardia una frecuencia cardíaca acelerada puede causar malestar, fatiga y mareos. La taquicardia puede causar complicaciones serias.

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